Redacción Editorial Phrònesis
Aunque parezca extraño, estas dos palabras son muy diferentes entre sí. Una significa amor libre, sincero, respetuoso y saludable; la otra, está ligada a sentimientos impulsivos, instintivos y enceguecedores. ¿Eres capaz de decir cuál es cuál? En el siguiente fragmento, tomado de la “Guía práctica para vencer la dependencia emocional” de Walter Riso, podrás ver en qué consiste cada una y podrás despejar cualquier duda al respecto:
Guía práctica para vencer la dependencia emocional – Walter Riso
Paso 6. Separa enamoramiento de amor
El enamoramiento es un estado emocional/biológico cuyo origen está anclado en la procreación. Cuando lo sientes, todo tu ser se involucra en él, es categórico y holístico, invade tu cerebro y tu cuerpo, y te lleva de las narices. Según la mayoría de los expertos en el tema, dura un tiempo (un año, poco más poco menos, salvo honrosas excepciones) y tiende a declinar y a extinguirse. En ocasiones, la gente se sorprende: “Hace un tiempo hubiera matado por ella o él y hoy no siento absolutamente nada ¿qué me pasó?”. Se fue el efecto arrebatador, la manía, la locura o la divina locura, como la llamaban los griegos.
El amor es un conjunto más estable y regular de tres elementos: Eros (atracción, erotismo, sexo, deseo), Philia (amistad, comunicación, compartir proyectos, alegría) y Ágape (ternura, compasión, dulzura). Los tres elementos en cantidades distintas y elegidos por cada pareja, pero para que haya un amor completo (jamás perfecto) deben estar los tres.
El deseo te empuja, la amistad te hace pensar y la compasión se anuda altruistamente al otro. Hay algo de razón y de razonable en el amor, a diferencia del enamoramiento que es un terremoto grado diez.
La siguiente lista muestra las características más importantes del enamoramiento:
- Idealización (magnificación desproporcionada del otro).
- Exclusividad (fidelidad bioquímica, es decir, nadie más existe fuera de tu pareja, ni siquiera en términos estéticos o de simplemente sentirse “atraído”, curioso o inquieto. No existe, literalmente, nadie más).
- Apego/atracción sexual (pensar que nada tiene sentido sin el otro, adicción cruda y dura).
- Ilusión de permanencia (creer que el amor es único, eterno, irrevocable e incondicional, que será la excepción a las reglas de la naturaleza y la vida).
- Pensamientos obsesivos (toda la mente estará al servicio de la otra persona, las veinticuatro horas, segundo a segundo, no podrás pensar en nada más).
- Riesgos irracionales (la conducta se hace compulsiva y sin medir consecuencias: “Por ti haría todo y a cualquier costo”).
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Como lo habrás notado, el enamoramiento parece rayar en la patología y, en ocasiones, no es otra cosa que una obsesión exacerbada. Entonces, ¿cómo evadirlo? Es imposible. Hay que modular, regular, equilibrar un poco. Saber y estar consciente de su transitoriedad y que, por más “agradable” que sea, resulta ser un arma de doble filo si te vuelves totalmente irracional.
Junto al psicólogo y escritor Walter Riso, hicimos una interesante selección de obras que te ayudarán a desplegar tus alas afectivas y escaparte del apego, si es que aún no lo has hecho. Allí encontrarás:
- La novela “Amor, divina locura”.
- El “Manifiesto para la liberación afectiva”
- El documento “Los caminos del perdón”.
- Su más reciente obra: la “Guía práctica para descubrir el poder sanador de las emociones”.
- La “Guía práctica para vencer la dependencia emocional”.
Separa amor de enamoramiento y ubícate a ver dónde estás parado.