«Mucha gente, acostumbrada al estilo catastrófico, cuando observa que las cosas le van bien, lo que se dice una “buena racha”, suele pensar: “Todo está marchando demasiado bien, seguro va a ocurrir algo malo”. Pronósticos dañinos de mentes pesimistas. ¿Resultado?: negatividad de la peor, que no siempre podrás esquivar si no estás preparado. No defiendo un optimismo bobalicón ni un positivismo ingenuo, pues, como veremos, los dos extremos son contraproducentes: el pesimismo de línea dura te hará desplegar una artillería defensiva inútil y la convicción de que todo irá “siempre bien”, te llevará a cruzarte de brazos y a esperar que el universo decida por ti. Una posición intermedia parecería la que mejor funciona».
Fragmento de “Maravillosamente imperfecto, escandalosamente feliz” de Walter
¡Disfruta! Vivir en estado de alerta y prevención con lo que “podría salir mal” solo te genera un estrés innecesario e injustificado. No se trata de ser descuidado con tus acciones, sino de no ver problemas en todos lados que te resten tranquilidad y salud, y darle paso a las oportunidades de que las cosas “salgan bien”.