Redacción Editorial Phrònesis
Propiciar una ruptura con la persona que te hace sufrir, así la ames, implica cambiar un sufrimiento continuado e inútil por un dolor más inteligente que se absorbe gracias a la elaboración del duelo: “Te amo, pero te dejo. Y lo hago, no porque no te quiera, sino porque no me convienes, porque no le vienes bien a mi vida…” Cambiar de carril, cambiar un dolor interminable y sostenido por otro, de feliz desenlace, aunque el amor insista, te empuje y te idiotice.
Las siguientes son las libertades básicas de las que habla Walter Riso en la “Guía práctica para no sufrir de amor”; esas libertades que toda persona debe tener en una relación de pareja. Si no las tienes, estás en una relación en la cual perdiste tu propia identidad; es necesario recuperarla:

1. Libertad de pensar, sentir y actuar como uno realmente quiere hacerlo de acuerdo a sus propios principios y valores.
“Si por amor pierdo mi conciencia, entonces estoy esclavizado.”
2. La libertad y derecho que tengo, a que pese que este en pareja, ejercer mis gustos, preferencias y proyectos de vida: mi autorrealización.
“Si debo sacrificarme en nombre del amor, es preferible estar solo.”
3. Libertad de asociación, de relacionarse, de elegir libremente los amigos y de reunirse.
“Si tengo que estar en un juzgado donde tengo que todo el tiempo dar explicaciones y pedir permiso para tener mis propios amigos… algo anda mal.”
4. Derecho y libertad para cambiar de opinión: Implica que en algún momento yo puedo pensar que realmente me equivoque, que esa no es la persona para mí y que no le viene bien a mi vida.
“¡Te amo, pero te dejo si eso es necesario!”
5. Derecho al desamor: ¡Te dejo porque no te amo!, nadie puede jurar que va a amar a otra persona toda la vida, y eso es lo que hacemos todo el tiempo jurar amor eterno.
“Yo no puedo comprometerme a hacer algo que no depende de mí.”
Este tema lo puedes reforzar en la “Guía práctica para no sufrir de amor”. Y recuerda la máxima: “Si no vives en paz, amar no es suficiente” y esa es la razón por la cual algunas separaciones habría que notificarlas al público en general y hacer una fiesta: ¡vale la pena celebrar!