Cómo usar la comunicación para resolver problemas en pareja
Redacción Editorial Phrònesis.
Actuar con asertividad es uno de los comportamientos más poderosos a los cuales puede recurrir el ser humano, sobre todo cuando se vive en pareja; solo quienes han probado las “mieles” de la convivencia, saben qué tan complejo puede llegar a ser el entendimiento bajo un mismo techo.
Claro, hay parejas más compatibles que otras, pero, podría decirse -aunque suene a discurso de relacionista público- que el secreto está en el manejo de las comunicaciones.
Presta atención a la historia de Pablo contada por Walter Riso. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia:
Guía práctica para no dejarse manipular y ser asertivo – Walter Riso
Analiza este caso y saca tus propias conclusiones:
Pablo era un hombre que nunca decía lo que pensaba, si ello implicaba confrontación. Era aislado y supremamente reservado. Su mujer, por el contrario, era ruidosa, demandante e hiperactiva. Durante veintidós años vivieron una relación incompleta. Ella esperando el milagro de que su marido expresara emociones, y él, anhelando una sordera que le permitiera no escuchar más las quejas de su mujer. Él asistió a mi cita porque su esposa le había dado un ultimátum. Los requerimientos de la mujer podían resumirse en dos puntos básicos: más comunicación verbal y más sexo.
Después de varias sesiones, ya que a Pablo le costaba expresar su sentimientos, encontramos que gran parte del problema se originaba en su inasertividad. La incapacidad de expresar sentimientos de oposición había alimentado su resentimiento y perpetuado la mala relación. La señora mantenía una cantidad de “prohibiciones” a las cuales Pablo venía accediendo desde hacía veinte años sin chistar, por “evitar tener más problemas”. Entre otras exigencias, la lista incluía: no poder leer el periódico en la mesa, acostarse antes de las nueve para ver la telenovela con ella, no llegar tarde a la casa, no jugar billar (porque era de “gente baja”) y no encerrarse a oír música “popular” (le permitía sólo oír música “culta”).
Pablo había optado por la estrategia del atragantamiento: no decir nada, guardar enojo y luego vengarse. Como sabía que la comunicación verbal para ella era importante, practicaba el mutismo electivo; y como además la mujer era ardiente, sólo abría las compuertas del sexo una vez al mes, si acaso. Le expliqué que la mejor manera de eliminar el rencor y replantear nuevamente la relación (nunca es tarde), era utilizar la asertividad, así fuera que al principio se incrementaran las disputas.
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Guía práctica para no dejarse manipular y ser asertivo – Walter Riso
A través de diversas técnicas, el hombre se preparó para ser asertivo y no acceder a las exigencias injustas de su esposa. Pablo comenzó a utilizar la negación empática (decir “no” de manera respetuosa, sin gestos amenazantes y con un tono de voz moderado), seguido de una explicación directa y concreta de por qué se negaba a seguir sus órdenes. El primer enfrentamiento ocurrió cuando él se sentó a leer el diario por la mañana. De inmediato, ella le llamo la atención e intentó quitarle el periódico.
Entonces Pablo se defendió y contestó en tono firme, pero no agresivo: “No importa lo que digas, yo voy a leer de todas maneras. Para mí es importante hacerlo. Puedes ofuscarte si quieres, pero voy a seguir leyendo”. La mujer se levantó furiosa, arrojó su taza de café con leche al piso y se retiró indignada.
Pablo se concentró en su lectura. Por la noche, cuando ella acomodó la cama para que se acostaran a ver la telenovela, él le dijo que prefería ir a escuchar música, ella preguntó qué tipo de música y él respondió que iba a oír música popular. Ella soltó un gemido, apagó el televisor y durmió enroscada.
Así, uno a uno, los comportamientos de Pablo fueron demarcando el territorio de sus derechos y controlando los ataques de su esposa. Finalmente, al cabo de tres largos e interminables meses de guerra fría y no tan fría, ella decidió romper el silencio y hablar sobre el asunto (todos tenemos un límite de resistencia). Para su sorpresa, encontró un marido abierto al diálogo, mucho menos prevenido y dispuesto a resolver los problemas de manera franca y asertiva. El silencio castigador y la indiferencia sexual, que Pablo tanto había utilizado en el pasado, ya no eran necesarios.
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¿Qué tan identificada o identificado te sentiste? ¿Estás del lado de Pablo o de su mujer? Lo cierto es que la correcta comunicación juega un papel crucial en esta historia.
Para resolver este tipo de situaciones, los psicólogos Alberto Ferrer y Walter Riso unieron fuerzas y crearon una colección de obras llenas de útiles técnicas para sacar a flote los poderes ocultos de la comunicación en pareja. Echa un vistazo y conoce de qué se trata siguiendo la flecha: ⬇