Es imposible vivir libre y sanamente con el lastre del apego afectivo. Pero, ¿cómo definir este lastre? Entonces, lo que define el apego es el deseo y la incapacidad de renunciar al otro cuando debe hacerse, y podríamos decir que tal renuncia es conveniente cuando el vínculo resulta dañino para la salud mental y/o el bienestar propio o la gente que nos rodea.
¿Tu vida amorosa se parece a lo que leíste anteriormente? O quizá, ¿has visto a alguien cercano a ti que padezca de un apego afectivo que lo esté arrastrando al sufrimiento? Traemos para ti algunos síntomas que padece un apegado emocional empedernido. Si te identificas con más de 2 de ellos, debes tener cuidado, es posible que estés ante un caso de dependencia emocional enfermiza:




Se percibe una necesidad imperiosa de estar cerca de la persona amada o de sentir amor la mayor parte del tiempo posible.
La abstinencia se manifiesta a través de ansiedad, desorden conductual y malestar; algo así como una persona adicta a las drogas.
Incapacidad evidente de controlar la compulsión de estar con la persona amada.
El miedo a perder esa fuente de placer nos hace ver obsesionados, preocupados y controladores.
No hay apego sin miedo, no hay dependencia sin humillación, no hay adicción sin esclavitud
Walter Riso