8 maneras de saber si tu pareja te corresponde en el amor

Redacción Editorial Phrònesis

No es posible aceptar una relación desigual si queremos mantener un amor constructivo y saludable. Walter Riso cuenta en su “Guía práctica para no sufrir de amor” que en una ocasión un joven le dijo, no sin tristeza: 

“Mi novia cree que es una reina… Hay que atenderla, darle gusto, contemplarla… A mí antes me nacía, pero ya llevo mucho tiempo dando y dando sin recibir nada a cambio… No se preocupa por mí como yo lo hago por ella… Necesito que alguien me consienta, sentirme querido… Por ejemplo, cuando tenemos sexo, me toca a mí hacerlo todo… Ya no es placentero, sino extenuante… Tengo una amiga nueva que es lo opuesto… Posiblemente quiera más a mi novia, pero prefiero empezar una relación de igual a igual con alguien…”.

Es difícil no darle la razón. No se trata de ser milimétrico en las relaciones, ya que no todos tenemos las mismas necesidades  ni las mismas capacidades (no somos “idénticos”) o que haya que tirar la generosidad a la basura. Lo más recomendable es mantener una correspondencia equitativa que nos haga sentir bien. La reciprocidad positiva está relacionada con la percepción de equilibrio y armonía, con el sentimiento de imparcialidad y justicia.


Haciendo una analogía con el pensamiento de Aristóteles y Santo Tomás, un amor justo es el que combina tanto la justicia distributiva (repartir cargas y beneficios proporcionalmente entre los miembros de la pareja), como la justicia conmutativa (evitar la estafa y el fraude en cualquiera de sus formas). No es que no podamos cambiar de opinión, pero es mejor hacerlo de manera honesta, tratando de salvaguardar el bien común y produciendo el menor daño posible. 

Tu relación se basa en la reciprocidad cuando:

  1. El intercambio afectivo y material es equilibrado y justo.
  2. Los privilegios son distribuidos equitativamente .
  3. El acceso a los derechos y deberes es igual de parte y parte.
  4. Ninguno de los miembros intenta sacar ventajas o explotar al otro.
  5. No hay la sensación de “estafa” afectiva.
  6. No tienes que recordarle a tu pareja lo que necesitas.
  7. Ninguno piensa que merece más que el otro.
  8. Existe una correspondencia mutua sobre lo fundamental.

“Tu pareja no es recíproca si no le importa lo que piensas y sientes. En el amor, el que “da” casi siempre espera recibir o genera expectativas al respecto. Es el equilibro natural  del  amor justo y equitativo”. – Walter Riso.

Una efectiva solución para evitar la falta de respuesta por parte de la pareja no dejar que esto se convierta en un problema al interior de la relación afectiva es la comunicación asertiva: clara y respetuosa. Puedes extraer diferentes técnicas muy prácticas y útiles que te llevarán a potenciar los canales de comunicación en el amor para el beneficio de los dos miembros de la relación consultando la colección “Aprende a fortalecer la comunicación para la convivencia” compuesta por obras de los psicólogos Alberto Ferrer y Walter Riso. El contenido combinado de ellas, enriquecerá tu vida afectiva y te llevará a resolver complejos obstáculos que te impiden disfrutar de tu vida amorosa al máximo y saludablemente. Conoce este nuevo compilado aquí: