3 formas de actuar frente a una infidelidad confirmada

Redacción Editorial Phrònesis

La brecha entre una obsesión compulsiva por culpar a la pareja de una traición amorosa y las pruebas evidentes de una vil infidelidad puede ser tan amplia o estrecha como la objetividad nos permita juzgar; en otras palabras: “Hasta no ver no creer” (como decía Santo Tomás).

Para aprender a identificar las señales que deja una infidelidad a su paso, hay que liberarse de las obsesiones sin fundamento y las inseguridades, eso ahuyentará las falsas ideas sobre la existencia un(a) amante; no solo por que su celular suene, quiere decir que existe un amor escondido, pero si las llamadas se contestan a escondidas, la cosa cambia. 

Así, pues, ante la evidencia abrumadora o el engaño confirmado, hay tres enfoques para tratar la situación:

Cuando la fidelidad es un principio no negociable 

Hay que tomar cartas en el asunto y no resignarse a los cuernos, así sean pequeños. ¿Qué hacer? Defender el bienestar de uno mismo y el de los hijos (si los hubiera) y no regodearse en el masoquismo afectivo asumiendo el papel de mártir. Hay que actuar, visitar un abogado, un cura o un psicólogo, hacer una asamblea familiar, en fin, sacudirlo todo. Se trata de revisar toda la relación y desmenuzarla hasta las últimas consecuencias. Muchas veces somos nosotros mismos quienes consentimos transitar por el calvario de un adulterio que no merecemos. 

Cuando te detiene el miedo a la soledad

El temor al qué dirán, a ser libre o a sufrir debe afrontarse, pues habrá que superarlos como sea, con o sin ayuda profesional, de frente y sin disculpas. Si quieres tomar decisiones saludables e inteligentes, debes hacerles frente a los miedos. No es acerca de violencia ni venganza, sino de dignidad, de amor propio.

uando aceptas cargar los cuernos con resignación

Sólo te queda mimetizarte con ellos y convertirlos en parte  de tu ser, habrás perdido el derecho a la protesta. ¿Con qué argumentos podrías hacerlo, si patrocinas el engaño? El apego corrompe y te quita autoridad moral, por lo tanto, si decides aguantar en silencio, es más congruente hacer oídos sordos, mirar para otro lado y no quejarte. No obstante, si en algún momento cambias de opinión y un resquicio de autoestima te empuja a defender tu valía personal, entonces rebélate, patalea y niégate. Nunca será tarde para reinventarte de nuevo.

Recuerda, no debes buscar pruebas donde no las hay ni vivir en función de encontrarlas, el amor de pareja se cultiva a diario, así se fortalece y se hace menos inmune a la infidelidad. Walter Riso te mostrará en la colección que verás al final de esta página todo lo que necesitas saber para prevenir, evitar y afrontar una traición amorosa. Cuatro poderosas obras creadas para practicar en tu vida de pareja. No dejes de leerlas.